Hoy hace un año era lunes. Todos los orientadores miraban entonces al mismo sitio. Un pueblo de la montaña palentina era el campo base. Lo que nadie se atrevió a soñar y menos a enfrentar se convertía en realidad. 5 días de orientación en España, un Oringen en el sur de Europa y en pleno verano. La tenacidad y la locura de un grupo de irreductibles rompían el tabú, ¡sí¡ se podía hacer.
Alfredo y su permanente sonrisa capitanearon un ejército de hormigas trabajadoras sin falsos orgullos sabiendo que lo que se viera sería la aportación de todos. El resultado vosotros ya lo sabéis.
Quiere el destino que entonces y ahora el día 10 de Agosto sea San Lorenzo, el día en el que los de la montaña, por la noche, miramos al cielo para ver las estrellas fugaces.
2 comentarios:
Yo espero que se vuelva a hacer algo parecido, aunque los 5 días son y serán irrepetibles.
Precioso post, Toño.
Besos y buen verano!
Algunos montañeros disfrutamos de las estrellas fugaces de San Lorenzo, mientras recordamos otras dos estrellas que aunque muy pequeñas para ser vistas en el amplio firmamento, siempre estaran con aquellos que ademas disfrutan de la orientacion.
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